Gracias a la invitación telefónica que me hiciera mi querida Marlene Belloso, a quien por cierto no vi en Los Caobos, pasé un domingo inolvidable al frente de la tarima de la recién estrenada Concha Acústica de este parque que me hace recordar épocas juveniles con mis compañeras de estudio del Instituto de Comercio Santos Michelena y luego con mis hijos disfrutando de los carnavales, en sus amplios espacios.
Bueno, nuestra querida capital estaba de cumpleaños y entre sus merecidos obsequios, pues que mejor que éste del cual disfrutamos más de 3.000 personas.
Dudamel, vestido con camisa manga larga y pantalón negro, entró a escena con una gran sonrisa. Saludó al público y tomó la batuta. El canto de los pájaros cedió espacio a las notas musicales de la Suite número 1 de la ópera Carmen de George Bizet. El sonido envolvió a todo el parque, algo que fue cuidadosamente inspeccionado por el ingeniero a cargo: Jhon Pellowe, que trabajó con Luciano Pavarotti (Modena, 1935 2007) y que fue invitado por el maestro Abreu.
Que buena fortuna y maravillosa oportunidad tuve de poder disfrutar de este espectáculo en el espacio reservado a los medios de comunicación, ya que por ser productora y conductora de mi programa ¨Revolución Humana¨por Indio Chacao 92.3 FM tengo mi carné que me identifica como miembro de la prensa.
Los niños veían con gran admiración a nuestro joven director de orquesta. Es impresionante y demasiado bello que ellos, que son una esponja para absorber todo lo que ven puedan imitar cada uno de sus gestos porque definitivamente, es un ejemplo a seguir, ojalá que dentro de varios años tengamos a muchos, Pérez, Martínez, González, Hernández, no importa el apellido, dirigiendo cientos de orquestas por todo el territorio nacional, así el ejemplo de Dudamel seguirá valiendo la pena.
¨ Las hojas caían de los árboles, mientras la orquesta interpretaba la Obertura de la Caballería ligera de Franz von Suppé y la Danza bacanal de Sansón y Dalila de Camille Saint Saëns. El público alelado no contenía su emoción, incluso en los momentos más intensos de la Obertura 1812 de Tchaikovsky.¨
Poco a poco, los músicos empezaron a montar una fiesta en la tarima. Primero con Danzón número 2 de Arturo Márquez y luego con Fuga con pajarillo de Aldemaro Romero. En ésta última, canción oficial del programa de mano, los acompañaron Gabriel Borrero, en el arpa; Jhonny Díaz, en el cuatro; Alí Paiva, en el contrabajo; y Luis Torres, en las maracas.
Los ejecutantes de instrumentos de viento se pararon de sus asientos. Se atrevieron a dar una vueltica. Dudamel los acompañaba. Movía los hombros para seguir el ritmo.
Poco a poco, los músicos empezaron a montar una fiesta en la tarima. Primero con Danzón número 2 de Arturo Márquez y luego con Fuga con pajarillo de Aldemaro Romero. En ésta última, canción oficial del programa de mano, los acompañaron Gabriel Borrero, en el arpa; Jhonny Díaz, en el cuatro; Alí Paiva, en el contrabajo; y Luis Torres, en las maracas.
Los ejecutantes de instrumentos de viento se pararon de sus asientos. Se atrevieron a dar una vueltica. Dudamel los acompañaba. Movía los hombros para seguir el ritmo.
El público pedía a gritos el Mambo. Los complacieron. Dudamel puso a bailar a todos. Los músicos intercambiaron sus asientos. Se desplazaron desordenadamente por la tarima.
Todavía quedaba más. Vendría el Alma Llanera, de Pedro Elías Gutiérrez y Venezuela canciones emblemáticas que el publico cantó, mucha gente con lágrimas en los ojos de la emoción que se siente al escucharlas. Y así, mientras caía la noche, las energías no bajaron. Los músicos seguían tocando al aire libre. Festejando el cumpleaños de Caracas...afortunadamente no me lo contaron, yo lo viví.