Por primera vez en mi vida participo en una jornada de donación de plasma. La verdad es que la experiencia fue muy enriquecedora, ya que es una labor social en la que bajo la premisa de "ganar-ganar" el donante se beneficia, pues la sangre se limpia de toxinas y bajan los niveles de triglicéridos, y como consecuencia, las personas embellecen pues la piel se limpia...es por ese motivo que desde que participé en esta jornada, me siento con más energía, ligera y llena de felicidad.
Es importante destacar que el plasma es la materia prima para procesar y obtener hemoderivados. En el proceso sólo extraen el plasma (agua) de la sangre del donante, dejando intactos los elementos celulares. Bueno, con el líquido que nos extraen se elaboran medicamentos importantísimos para personas que como yo, en algunas oportunidades, estuvimos hospitalizados en centros públicos y como parte de los tratamientos, nos suministraban albúmina humana sin costo alguno...de allí surge esta gran felicidad que sentí el poder retribuir a la vida parte de lo mucho que he recibido.
El éxito en la producción de hemoderivados de un país se basa en gran medida, en su población de donantes voluntarios tanto de sangre como de plasma. La donación es un proceso seguro para el donante pues todo el material utilizado es estéril y descartable. Quimbiotec realiza un gran esfuerzo para formar y captar donantes voluntarios. Les ofrece seguridad y confort, explicación constante del proceso, y mucha paciencia por parte de su personal, quienes brindan la mejor atención y el cumplimiento de criterios de selección que garantizan el éxito de la donación, además nos obsequiaron unos bellos regalos institucionales, que aunque no hubiese sido parte de la actividad, igualmente lo habría hecho.
Con la donación voluntaria nos integramos al grupo de destacadas personas, quienes a través del plasma tienden un puente de solidaridad y esperanza aquellos pacientes que lo necesitan.
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